SANTA CRUZ. Raúl Cantín llegó con apoyo oficial y lo perdió, en medio de los conflictos municipales.
Raúl Cantín tuvo una trayectoria política que prometió más de lo que cumplió en Río Gallegos. Tío político de Lázaro Báez, en 2011 recuperó la intendencia de la capital santacruceña para el FPV dejando afuera al candidato de La Cámpora y “favorito” de Cristina Kirchner, Francisco Anglesio (hoy presidente del INTA).
El kirchnerismo durante su gestión insistió en el eje “Nación-Provincia-Municipio” y la ayuda financiera fue permanente hasta hace un tiempo cuando su gestión se tornó insostenible.
En 2007 Cantín tuvo un rol importante como presidente del Concejo Deliberante, en pleno conflicto social y político en Santa Cruz, ofició de mediador en varias oportunidades, instando al diálogo y bregando por el orden institucional. Esto lo acompañó como plataforma cuando se candidateó. La primera vez fue en 2007, bancado financieramente por Lázaro Báez, sobrino político (su sobrina es la esposa del empresario K), no logró imponerse en los comicios que beneficiaron al radical Héctor Roquel.
En 2011 llegó la segunda oportunidad. El intendente radical se retiró desgastado y criticado por su “falta de gestión”. Fue la oportunidad del FPV: En un conteo de votos que duró dos días por la ley de lemas, Cantín se impuso sobre el camporista Francisco Anglesio por una estrecha diferencia de 130 votos.
La gestión le permitió al kirchnerismo volver a gobernar la capital santacruceña, territorio siempre difícil para los K. Sin embargo a mitad de su mandato la falta de gestión comenzó a sentirse.
Sin embargo desde Nación hubo un fuerte respaldo al intendente K: fotos con Julio De Vido contribuyendo con fondos para trasladar el vaciadero municipal, para la realización de planes de pavimentación. Fotos con Alicia Kirchner entregando ayuda para la Ciudad y la realización de obras municipales: un gimnasio y natatorio, cien cuadras de pavimento. Fotos con la Presidenta Cristina Kirchner en diferentes actos. Nada alcanzó y el comienzo del reclamo salarial que inició hace tres meses fue el punto de inflexión.
En medio del conflicto, Cantín calificado por muchos como “más peronista que kirchnerista”, tuvo en reiteradas oportunidades el pedido de sus hijos para que dé un paso al costado y renuncie. Andrea Cantín, ex mujer de Fernando Butti, ex contador y mano derecha de Lázaro Báez, sufrió un escrache a su comercio esta semana. Su otro hijo Fernando Cantín, figura en el directorio de las dos empresas petroleras del empresario K y constituyó una firma con Martín Báez hace años. Figura en la nómina de Austral Construcciones como empleado.
El lunes de esta semana quiso renunciar, desgastado por el extenso conflicto y una ciudad afectada por la falta de recolección de residuos, falta de mantenimiento cloacal, con daño ambiental y de salubridad. Sin embargo, después de reiterados llamados de la dirigencia kirchnerista, declinó a dejar su cargo, sin embargo hoy la decisión fue indeclinable y 24 horas después de la visita de Cristina Kirchner.
Fuente: Clarín