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Vestía un pantalón de gimnasia y una campera negra. De 40 a 45 años de edad, medía 1.75 m. de altura y tenía un tatuaje. Qué cree la Policía
Un gran revuelo se generó a partir del hallazgo de un cadáver con las manos esposadas en el Riachuelo, a la altura de Puente Alsina. Todo hacía pensar que podría tratarse de Matías Bruera, el joven de 15 años que desapareció junto a su padre, Juan Ramón. El cadáver de este último fue encontrado el pasado domingo flotando en el Riachuelo, pero el de su hijo aún no fue ubicado.
Sin embargo, con el correr de las horas se fueron conociendo nuevos detalles sobre el descubrimiento. Según trascendió, el cadáver es de un hombre, de entre 40 y 45 años y 1,75 metros de altura.
Fue llevado a la morgue judicial de Lomas de Zamora con el fin de tomarle las huellas digitales para establecer la identidad y realizar la autopsia para determinar la causa de la muerte.
La Policía cree firmemente que se trata de uno de los dos presos que se habían fugado el 10 de agosto pasado durante un traslado llevado adelante por el Comando de Patrullas Comunitarias (CPC) de Lomas de Zamora.
Según se informó, el preso era llevado desde la comisaría de Ingeniero Budge hacia la seccional de Glew. Pero no se trataba de un traslado de rutina, sino que se dispuso para tratar de evitar una revuelta en una comisaría que estaba sobrepasada de presos.
El cadáver fue descubierto ayer, a diez cuadras del puente Alsina por un grupo de trabajadores de la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) que limpiaban un basural en la orilla y avisaron a la Prefectura.
El cuerpo estaba esposado y vestido con un pantalón de gimnasia y una campera negra. No tenía documentos y presentaba un tatuaje. En el operativo realizado este martes en el Riachuelo trabajaron buzos de Prefectura Naval Argentina, personal de Gendarmería Nacional y efectivos de la Policía Bonaerense. La investigación quedó a cargo de la fiscal de Avellaneda, Solange Cáceres.
Fuente: infobae.com
