Una empresa canadiense logró obtener la patente en Estados Unidos y Reino Unido para hacer este proyecto realidad y ahorrar un 30 por ciento de combustible para dejar la Tierra
La idea no es nueva, se le ha ocurrido antes a escritores de ciencia ficción, científicos, cineastas, niños… Construir un ascensor para viajar al espacio.
Y, esta semana, una empresa canadiense logró obtener la patente en Estados Unidos y Reino Unido para hacer este proyecto realidad. El modelo que propone Thoth Technology Inc es una torre inflable de 20 kilómetros de altura con un elevador eléctrico en su interior.
La idea es que la nave y los astronautas asciendan a la cima de la torre por un ascensor y, desde una plataforma ubicada en el techo de la torre, «se lance la nave hacia el espacio», explica Brendan Quine, el inventor detrás del proyecto.
«La nave podría regresar luego a la plataforma para recargar combustible y volver a partir». Así, la sonda espacial podría iniciar su vuelo de forma horizontal, evitando el gasto de energía que se produce por causa de la gravedad terrestre y el roce con la atmósfera.
AHORRO
En la actualidad, la única forma de alcanzar altitudes que superan los 50 Km es mediante un cohete, un método que Quine describe como altamente ineficiente.
«Calculamos que con este sistema podríamos ahorrar aproximadamente un 30% de los costos del combustible que se emplea para viajar a la órbita terrestre baja», le dice Quine a la BBC. Esto, añade, favorecería la exploración espacial, que se ve limitada por el costo que implica lanzar una sonda al espacio.
MÁS ABAJO
Con 20 kilómetros de altura, la estructura, bautizada Torre ThothX, será 20 veces más alta que el Burj Khalifa en Dubai, el edificio más alto del mundo.
Las críticas a proyectos anteriores similares apuntaban a que no había un material que pudiese soportar su propio peso en grandes alturas.
Sin embargo, el modelo de Thoth Technology Inc propone una estructura de no más de 20 Km. Es decir, una estructura más baja que se encuentre en la estratósfera y no más arriba en la órbita geoestacionaria, donde se encuentran los satélites.
Según la empresa, la torre -presurizada neumáticamente y guiada desde su base- tendrá la capacidad de mantenerse estable incluso si se produce un huracán. El paso siguiente es construir un prototipo de 1,5 Km, que Quine calcula demorará cerca de 5 años. «Después, tomará entre tres y cinco años construir la torre completa», explica el inventor.
La empresa contempla también permitir la visita de turistas a la torre para que puedan experimentar condiciones similares a las del espacio pero sin la falta de gravedad.
Fuente: lanacion.com.ar