En el primer juicio de la Iglesia por pederastia, se sentará en el banquillo el ex embajador ante República Dominicana; el Santo Padre aceptó la renuncia de dos obispos estadounidenses por encubrir abusos.
CIUDAD DEL VATICANO
El primer juicio en el Vaticano a un prelado acusado de pederastia empezará el próximo 11 de junio, anunció hoy el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Quien deberá sentarse en el banquillo es el ex nuncio apostólico ante República la Dominicana Josef Wesolowski, acusado de abusar sexualmente de varios menores en el país caribeño y de poseer pornografía infantil en su computadora, quien había sido destituido por el papa Francisco.
«El presidente del tribunal del Estado del Vaticano acusó al ex nuncio apostólico de la República Dominicana Jozef Wesolowski. La primera audiencia tendrá lugar el 11 de julio», declaró Lombardi. Podría enfrentar hasta siete años de cárcel, según el mismo vocero había anunciado el año pasado.
Hombre de confianza de Juan Pablo II, Wesolowski, de 66 años, fue nuncio en Santo Domingo desde 2008 hasta agosto de 2013, cuando fue destituido por Francisco después de que salieron a la luz denuncias de que el alto prelado solía frecuentar una playa donde les ofrecía a adolescentes de bajos recursos dinero a cambio de sexo.
Desde entonces, Wesolowski ha sido despojado de los hábitos y colocado bajo arresto domiciliario en el Vaticano, pendiente de la decisión de un tribunal penal de la ciudad sobre si se presentaban cargos en su contra.
La decisión se tomó el 6 de junio, cuando el fiscal del Vaticano pidió al responsable del tribunal del Estado que lo procesara. La decisión y la fecha del juicio se anunciaron finalmente hoy.
En un decreto, el presidente del Tribunal del Estado Vaticano, Giuseppe Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto, «dispuso el envío a juicio del ex nuncio apostólico en la República Dominicana, Jozef Wesolowski’‘.
«El exprelado está acusado de varios delitos cometidos sea durante su estancia en Roma desde agosto de 2013 hasta el momento de su arresto (el 22 de septiembre de 2014), sea en el período transcurrido en la República Dominicana, durante los cinco años en que desempeñó el cargo de nuncio apostólico», agregó.
En un comunicado, la Santa Sede indica que a Wesolowski se le imputa, durante su período en Roma, «el delito de posesión de material pornográfico-pederasta».
Para el período del religioso polaco antes de su llegada a Roma «las acusaciones se basan en el material probatorio transmitido por la Autoridad Judicial de Santo Domingo sobre los abusos sexuales de menores».
El órgano judicial competente podrá utilizar «pericias técnicas sobre los aparatos informáticos utilizados por el acusado», o «eventualmente de formas de cooperación judicial internacional para la evaluación de las pruebas testimoniales procedentes de las autoridades competentes de Santo Domingo».
En la nota de la oficina de prensa de la Santa Sede se valora que se trata de «un procedimiento delicado y articulado, sobre el que es intención de todas las partes interesadas en el juicio efectuar las pruebas y análisis más escrupulosos».
Lombardi matizó sin embargo que no se deberá esperar mucho de esa primera audiencia y que el proceso será largo, antes de precisar que desde mediados de agosto hasta el 20 de septiembre habrá una pausa veraniega.
Además, señaló que la audiencia en principio podrá ser pública, pero vistos los argumentos que se tratarán, indicó que el presidente del tribunal podría decidir que el resto de la audiencias se celebren a puerta cerrada.
Dos renuncias por encubrimiento
Además, también hoy, el Vaticano anunció que el papa Francisco aceptó la dimisión de dos obispos estadounidenses acusados de haber protegido a sacerdotes pederastas.
El arzobispo de St. Paul y Minneapolis, monseñor John Clayton Nienstedt, y su adjunto, monseñor Lee Anthony Piche, dimitieron después de que su diócesis fuera acusada por las autoridades de Estados Unidos de no haber protegido a menores en relación a un sacerdote que fue encarcelado por abusos sexuales.
Ambos renunciaron según el código de la ley canónica que permite a los obispos renunciar antes de retirarse por enfermedad o algún otro motivo «grave» que les haga inadecuados para el cargo.
Fuente: lanacion.com / Agencias AFP, EFE y AP