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WASHINGTON.- En los primeros minutos, cuando la noticia apenas trascendió, no fueron pocos los que se resistían a creer que estuviera pasando de nuevo. Pero lo cierto es que, una vez más y por segunda ocasión en apenas diez días, una sala de cine fue el escenario que eligió un trastornado para disparar contra incautos espectadores a los que hizo vivir momentos de pánico.
El incidente, que se está repitiendo con llamativa frecuencia, ocurrió esta vez en un multicine de la ciudad de Antioch, en el sureño estado de Tennessee. Un hombre de 51 años intentó atacar a los espectadores con un rifle y con un hacha, pero fue abatido por la policía antes de que pudiera causar mayores daños.
«Lo que no está claro es cómo pudo ingresar con el rifle y con el hacha por el control de acceso», dijo una de las testigos, mientras recibía asistencia en una ambulancia, en la explanada del complejo.
Las autoridades locales aseguraron que no hubo muertos, pero sí que algunas personas resultaron con heridas menores, producto de las corridas por encontrar refugio, mientras que otras fueron afectadas por el gas pimienta que se disparó en la sala.
El nuevo ataque ocurre apenas dos semanas después de que un hombre abriera fuego en una sala similar del estado de Luisiana, ocasión en la que mató a dos personas e hirió a otras nueve antes de caer abatido por los disparos de la policía.
Sin embargo, el incidente de este tipo que más se recuerda es el ocurrido hace tres años en Aurora, cerca de la ciudad de Denver, donde un joven estudiante descargó sus armas de grueso calibre durante la proyección de la última película de la saga de Batman. Once personas murieron y otras sesenta resultaron heridas.
El incidente dejó una profunda huella en la sociedad que, sin embargo, lejos de tirar abajo la sala e intentar olvidar, la reacondicionó y la habilitó para que vuelva a funcionar en señal de resiliencia frente al miedo.
Fuente: lanacion.com
