Agustín Giménez tiene 22 años y cinco mascotas que había rescatado de la calle. Sea como sea, su novia quería un bulldog francés y él decidió comprarlo para darle una sorpresa. Como la raza de perros está de moda, el precio se fue a las nubes y tuvo que pagar $14 mil. El problema es que el perro era trucho.
Giménez, después de seis meses, se dio cuenta según informa la radio La Brújula, que el perro en realidad no era un bulldog francés.
«No tenía idea de la raza, lo compre sin saber. Me lo vendieron con papeles y todo, pero cuando fui a dos o tres lugares para cruzarlo me explicaron que no era puro. Yo lo pagué como un pedigree«, se lamentó Giménez, en diálogo con el programa Vos sos voz.
«Me explicaron que como el Bulldog Francés es muy pesado y chiquito no puede montarse a la hembra. Por eso forman esta cruza que es la que me vendieron», comentó.
Fuente: minutouno.com