Fundalc brinda tratamientos ambulatorios a personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad.
Leandro De Conti y su mujer, Micaela, tachaban los días en el calendario. Ansiosos, esperaban la llegada de Stéfano, su primer hijo. «Estábamos muy contentos. Pero cuando, finalmente, llegó el nacimiento, fue sumamente complicado», recuerda Leandro. «Quedó encajado en el canal de parto y costó muchísimo sacarlo», agrega.
Stéfano permaneció en neonatología y unos días después su madre advirtió que no movía el brazo izquierdo. «Nos dijeron que era un aplastamiento de nervios y que con kinesiología se iba a recuperar. Pero veíamos que no mejoraba y el hombro se le empezó a encimar al pecho», dice su padre. Desde ese momento, empezó una verdadera odisea: recorrieron guardias de distintos hospitales en busca de respuestas. Finalmente, consiguieron que le hicieran una resonancia. «Ahí se vio que era necesario hacer una cirugía y, aunque costó, logramos que lo operaran. En ese momento yo no tenía trabajo ni obra social. Fue realmente difícil», cuenta.
En medio de la angustia, una amiga de su madre le recomendó a Leandro que fueran a la Fundación de la Clínica Alcla, Fundalc. «No teníamos los recursos para pagar y nos recibieron con una atención excelente. La médica fisiatra, Lilian Pérez, junto con todo el equipo de rehabilitación nos contuvo y Stéfano empezó con tratamiento tres veces por semana», relata.
Logros
Fundalc nació en 2007 para cooperar en la integración, recuperación y rehabilitación de personas con algún tipo de discapacidad provocada por patologías o accidentes. «La fundación surge para brindar atención médica a quienes no tienen acceso a la calidad de salud que brinda la clínica», sostiene Carina Cavallo, su coordinadora general.
El Programa Solidario de Rehabilitación ofrece tratamientos ambulatorios a personas que lo requieran y se encuentren en situación de vulnerabilidad, especialmente a chicos de la ciudad.
«A través de la rehabilitación, se busca ayudar a los pacientes a conseguir el máximo nivel posible de funcionalidad para mejorar la calidad de vida, prevenir las complicaciones, reducir la incapacidad y aumentar la independencia», explica Cavallo.
La educación y concientización, son otros de los pilares de trabajo. «Mediante becas, procuramos promover la capacitación de profesionales de la salud en la tarea específica de rehabilitar.»
A partir de los primeros meses de tratamiento, Leandro y Micaela comenzaron a ver «pequeños logros» en Stéfano. «Hoy tiene dos años y medio y sigue con rehabilitación dos veces a la semana. Recuperó la sensibilidad y su movilidad va aumentando. Mejoró muchísimo», dice Leandro.
Con una sonrisa, admite: «La felicidad que obtuvimos en Fundalc fue enorme. Llegamos muy dolidos. En los primeros meses de vida de nuestro hijo, casi no pudimos disfrutarlo, corríamos de un hospital a otro. Estábamos llenos de preocupaciones sobre cómo iba a ser su futuro. Ahora nos tomamos las cosas de otra manera: nos reímos, disfrutamos».
Para colaborar con Fundalc u obtener más información sobre cómo participar de su programa solidario, escribir a info@fundalc.org o visitar el sitio web www.fundalc.org
Fuente: lanacion.com