lunes 20 de mayo de 2024
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A contramano de la región, Colombia eliminó la reelección presidencial

El Congreso aprobó por amplia mayoría la medida, que fue impulsada por el gobierno de Santos; había sido introducida por Álvaro Uribe en 2004.

BOGOTÁ
Después de una década en la que el fantasma de la reelección indefinida sobrevoló varios países de la región, Colombia dio ayer un paso en la dirección contraria: el Congreso aprobó ayer por abrumadora mayoría eliminar la reelección presidencial consecutiva, vigente en el país desde 2004.

Con la aprobación de esta medida, que fue promovida por el gobierno de Juan Manuel Santos, Colombia se sumó así a Chile, Perú, Paraguay y Uruguay, los otros países de la región cuya Constitución no contempla la reelección consecutiva. El régimen legal colombiano tampoco contempla la reelección alterna. «No podrá ser elegido presidente el ciudadano que a cualquier título hubiese ejercido la presidencia», dice el artículo, aprobado por 90 votos a favor y que sólo tuvo la oposición de los 10 representantes del Centro Democrático, liderado por el ex presidente y senador Álvaro Uribe.

La reelección en Colombia se instauró en 2004, cuando el entonces presidente Uribe promovió una polémica enmienda a la Constitución aprobada gracias al voto de dos tránsfugas que terminaron en prisión. Con esa reforma logró la reelección en 2006.

Uribe quiso optar a un tercer mandato, pero se lo impidió la Corte Constitucional en 2010. Santos, en aquel momento popular ministro de Defensa, se vio beneficiado por aquella reforma y pudo optar a un segundo mandato el año pasado. Durante su campaña prometió que eliminaría la reelección y dijo que se presentaba a un segundo mandato sólo para darle continuidad al diálogo de paz con las FARC.

Además del jefe del Estado, los otros altos cargos colombianos que no podrán optar en el futuro a la reelección son el procurador general (que vigila a los servidores públicos), el registrador nacional (a cargo del sistema electoral) y el defensor del pueblo (que vela por el cumplimiento de los derechos humanos).

Desde la instauración de la reelección presidencial, expertos, dirigentes políticos y académicos advertían que la iniciativa había generado una concentración excesiva de poder en el presidente.

«Acabamos con los hombres todopoderosos en Colombia, fortalecemos las instituciones y evitamos la concentración del poder en unas pocas manos y la tentación de abuso de ese poder para prolongarse indefinidamente en su ejercicio», dijo ayer el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

«La Cámara de Representantes (…) avanzó sustancialmente en la aprobación de la Reforma de Equilibrio de Poderes y, dentro de esos puntos, en la aprobación de uno de los ejes centrales, de la columna vertebral de la reforma, que era la eliminación no sólo de la reelección presidencial, sino de la reelección de todos los altos funcionarios del Estado», agregó el ministro.

«La figura y la institución de la reelección han sido ajenas a la tradición institucional y democrática de Colombia y ya cumplió sus ocho debates la eliminación de ese artículo, por lo que después de que sea conciliado el texto con el [aprobado por el] Senado, queda prohibida la posibilidad de reelección«, concluyó Cristo.

La figura fue impulsada en otros países de América latina, donde incluso algunos instauraron o intentaron instaurar la reelección indefinida, como Venezuela, Bolivia y Ecuador. Brasil, en tanto, se encuentra en pleno proceso de debate para eliminar el artículo que permitió continuar en el poder durante dos períodos a Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

La nueva legislación colombiana estipula además que para restablecer en el país la reelección ya no se podrá hacer a través del Congreso, sino que deberá ser producto de una Asamblea Nacional Constituyente o de un plebiscito.

Según las últimas encuestas, más de 70% de los colombianos se declara opuesto a la reelección. El escándalo que siguió a la instauración de la reelección durante el gobierno de Uribe sacó a la luz una trama de sobornos, dádivas y tráfico de influencia, según demostró la justicia colombiana.

La investigación llevó a la cárcel a los legisladores Yidis Medina (cuatro años de prisión), Teodolindo Avendaño (ocho años) e Iván Díaz (seis años); a los ex ministros del Interior Sabas Pretelt, y de Protección Social Diego Palacio (ambos con seis años y medio de prisión), y al ex secretario general de la Presidencia Alberto Velásquez (cinco años).

Una Comisión de la Verdad para evaluar la guerra

El gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC acordaron la creación de una Comisión de la Verdad que investigue los hechos de violencia ocurridos en más de medio siglo de conflicto y fije responsabilidades, un mecanismo que despejaría el camino para la firma de un pacto de paz.

«El gobierno y las FARC alcanzamos un acuerdo para que se ponga en marcha, una vez firmado el acuerdo final, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición, que será un mecanismo independiente de carácter extrajudicial», anunció Rodolfo Benítez, garante cubano del diálogo, en un comunicado.

La comisión, que será financiada por el Estado y estará conformada por 11 personas, funcionará por tres años luego del acuerdo final y una vez que las FARC hayan dejado las armas.

Fuente: lanacion.com

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